Entre todas las que son, las oídas, las posibles,
son las tuyas. Las labios rojizas que no hablan.
Rodean suaves y por aromas fuerzan a volver.
Emiten el acuerdo y son groseras si les provoca.
En cuanto a mí, tengo el lugar de nuestros encuentros encerrados,
donde sale el cosmos al juntar genitales en solitario.
En la estrechez se escabulle un rato entero sin tiempo,
consentimiento a dos calores, hechizo de contacto.
Visita de piel de paso, visita de paso de piel.
Del orden antiguo de las cosas quedan pedazos
que me incomodan si los piso con el descuido.
Viste en mí los efectos del gusto.
Soy sincero o no te miento o no lo finjo.
Una palabra tuya quiere hacerme.
Quiero figurarme, rumbo lejos
hacia exótica, única y toda tuya.
Palabra delincuente si tu ley es
mantenerme a raya y evitar peligro.
Después de todo una línea hay de norte a sur.
Una línea interesante, amiga y amante.