Lágrimas y olvido.
Tanto amor despreciado
para enredarse contigo,
tú querías ser feliz
pero olvidaste mujer,
él al igual esperaba
encontrar felicidad,
con ese amor sincero
que a manos llenas te daba.
A ti poco te importó
fuiste corroyendo su alma
con engaños, con mentiras,
secaste el tronco verde,
lo dejaste sin la savia.
Ya no comerás su fruto
ni volverás a sentir
el cobijo de sus ramas,
pues no supiste regarlo
aunque mucho te advirtió,
que un suave viento se lleva
el recuerdo y las lágrimas.
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MIRIAM RINCÓN U.