En qué lugar estabas, espiando a mis espaldas de lejos,
Observando cada uno de mis dolores,
Sin percibir que era yo, que era mi alma…
En qué lugar estabas, obligando a tus ojos
A correr de mí presencia, a huir del riesgo a conocerme….
Escribía en el aire mis letras de dolor,
Clamaba por tu razón, por tu sonrisa de calor…
Sin saber que eras tú lo que toda mi alma pedía a gritos…
Cegada por la tortura de una amor maltratado,
Interrumpida por emociones que en la vida pasan…
Me fui desligando de la dicha de conocerte, de encontrarte
De saber que eras tú el único capaz de sacudir mi vida
Desasiéndome de tristezas, para invadirme de calor…
Al encontrarte te mire a los ojos,
Y me atreví a manosear tus sueños lentamente…
Acaricie tus mejillas, susurrándote mis deseos alcanzables,
Fue un instante inacabado, en el que percibí tu mirada
Y tu alma abierta a mis sentimientos…
Día día fuiste confeccionando cada uno de mis pasos,
Indicándome como caminar…
A.L.B