Carlos Alberto Domènech Delgado

MALLORCA


Aún recuerdo aquel paisaje

Tan abrupto, tan calmado

Aún recuerdo aquellos campos

Y sus viejos olivares

Aún recuerdo sus colores

El de la tierra, rojiza

El del mar, azul intenso

El del cielo, azul y blanco

Y aquel de los verdes campos

Los acantilados rotos

El ímpetu de las olas

El ruido ensordecedor

Y el vuelo de las gaviotas

La brisa de madrugada

Las mañanas soleadas

Los atardeceres suaves

Y en la noche, todo en calma

Aquel pueblo entre montañas

El párroco y su sotana

El viejo con su cigarro

Y los perros con desgana

El sol lo recuerdo intenso

Iluminada la luna

Las estrellas le acompañan

Y la bruma en la mañana

Aquel faro iluminado

En la noche más cerrada

Acompañando a los barcos

Hasta llegar la mañana

Los paseos y sus jardines

Las fuentes que se derraman

Repartiendo tal belleza

En forma de filigrana

Han pasado ya los años

Y aún mi recuerdo es cercano

El sol, la tierra y el mar

Y las noches para amar.