CORAZÓN HERIDO:
Tú y Yo, un ramo de lágrimas ardientes, derramadas sobre un corazón profundamente herido en su amor propio, brillando tristemente en la oscuridad de noches por recuerdos que nunca terminan de martirizar desveladamente, con el rostro oculto del deseo cautivo por caricias del ayer en la piel desnuda, que se mantiene aun húmedamente escondida bajo la maldita, ropa...
Tú y Yo, un ramo de lágrimas ardientes, que coinciden viéndonos fijamente desde las aceras opuestas por el marcado destino, llevando consigo el doloroso recordatorio de lo que fuimos a lo que pudimos ser, sentida y sinceramente amándonos, por lo que nos deparaba la vida, juntos, para darnos felicidad cada amanecer al despertar con un beso y una flor mirándola crecer en nuestras manos...
Tú y Yo, un ramo de lágrimas ardientes, por divinos sueños de imágenes que se desvanecieron como espejismos antes los ojos sin poderlos abrazar fuertemente contra el pecho, saboreando el amargo olvido de la derrota en la boca, por esos besos reiterativamente negados y que fueron resecando los labios, por falta de tiempo y espacio dedicado al no querer notar mi presencia.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 25052012 03:00 PM.