El sonido de un sacapuntas se perdió por no encontrar un lápiz sin borrador, el perfil puntiagudo se truncó por la fuerza de esta infamia llamada "Amor."
La tarea del carboncillo terminó se acabaron las conjugaciones del amor, el verbo mancillado allí quedó por dos almas que se dijeron ¡adiós!.
El infortunio se debió por la osadía de alguien que se asomó, vio mi timidez y se aprovechó conquistando la boina de mi amor.
Esta historia entre El y Ella apenas comenzó, el idilio sin tregua los juntó y en sus besos se apellida la traición por la amistad que un día a los tres nos unió.