Este amor ha nacido de la noche,
la primera en que tus ojos me regalaron su brillo,
la primera en que soñé tus besos
dejé la cordura en mi lecho
y mis manos corrieron sobre el viento
para empezar a contar nuestra historia,
mientras una almohada vacía junto a mi nombre
soñaba con la proximidad de mi aliento.
Una noche que entré en un mundo desconocido
porque en el, tú habitabas,
no podía tocarte, no sentía tu aroma a mi lado,
casi no conseguía imaginarte,
pero estabas allí, junto a mi corazón,
tu no lo sabías, no querías saberlo
o simplemente lo guardabas entre tus eternos secretos
pero me amabas y estabas allí y yo
vacié la almohada definitivamente
para que tu aliento flotara junto a mi corazón.
Este amor ha nacido de una noche
porque el primer beso llegó entre sus sombras
como una tenue lluvia que me refrescaba el alma,
este amor ha nacido de una noche
porque entre tanta pasión
el total de las noches a tu lado apenas suman
una noche de sueño.
Este amor ha nacido de una noche
y como todo lo que nace de las estrellas
volveremos al Alfa, pero nunca,
nunca dejaré que nuestros pasos se acerquen
al Omega.