Rosario Bersabe Montes

CANTANDO PENAS

 El que tenga un padecer

y el alma la tenga rota

que no se ponga a llorar

que le cante a la derrota.

 

Si va cantando a las penas

y le azota la tormenta,

arde la sangre en sus venas,

si no las canta revienta.

 

 Por eso yo ahora canto

a todas las penas  mías,

para que mi desconsuelo

se convierta en alegría.

 

Mis penas ya no son penas

porque ya las he cantado,

pobre de mí siquiatra

que malito lo he dejado.