VAMOS A CERRAR LOS OJOS Y FUGUÉMONOS
Vamos a cerrar los ojos y fuguémonos
de este mundo de bullicio y desespero,
levantemos nuestras alas y alcemos vuelo
a ese lugar de paz y de sosiego.
Puedes tu sentir el cambio, hay algo nuevo…
serenidad se respira en este suelo,
cerca del mar y la brisa, cerca del cielo,
en el cenit de la vida, en otro universo.
Sentado desde la orilla de este horizonte
se puede mirar al este, al sur y al norte,
transitar con la mirada todo el espacio
y perderse en el instante dormitando.
Un olor a sal y a lilas llena el ambiente,
los ojos de luz se colman y se enternecen,
se escuchan las caracolas y el viento tenue,
se palpa la suavidad del tiempo alegre.
Todo sabe a fantasía, sabe a deleite,
el sol se camufla en nubes y se pierde,
llevándose el colorido y la tarde duerme
mientras despierta la noche y nos sorprende.
En concierto la natura da bienvenida
a esta dama de negro y su bella luna,
se oye el serpear del río en la llanura,
y el ronronear de las aves en la espesura.
Su zumbido aunque minúsculo de los insectos
el cual impregna de magia el aire inquieto,
el maullar de los felinos en sus guaridas,
y el aullar de caninos en las colinas.
Paquidermos que en pantanos hacen su fiesta
y roedores que roen bajo la tierra,
bajo la piel de las aguas juegan los peces
en torno del plenilunio todo se envuelve.
Brillo tienen nuestras almas pues son estrellas
que por túneles de barro al cielo invernan,
sumergiéndose por ratos en fantasía,
huyéndole a la desidia y a sus amigas.
Vamos, pues termina el tiempo, despierta ya…
el alba ya nos sorprende y hay que soñar.