La muerte entro al hombre inevitablemente
No había esperanza para nuestra realidad doliente
Se acercaba el fin del pasado y presente
Pero paso algo que recordaremos por siempre.
Alguien acepto dar su vida
Llevar sobre si nuestras heridas
Nos prometió que nuestros pecados se olvidan
Y permitió que cualquiera lo siga.
Llevo todos nuestros pesares
Con valentía se sacrifico por millares
Con ese acto marcó los pilares
Para la salvación de los que lo amen.
No hizo acepción de personas
Soporto de espinas una corona
Hasta hoy perdona a quien lo traiciona
Y por nosotros Él también ora.
Sangro por cada poro de su piel
Probo de la amargura su hiel
Y aun así se mantuvo fiel
Por que siempre nos amara hoy igual que ayer.
Ayudo a todos los afligidos
Dio tranquilidad a los compelidos
Enriqueció a los mal vividos
Y llamo a cada persona su amigo.
El es el Cristo viviente
Quien como un ser inocente
Murió por toda la gente
Y nos dio el camino para que con Dios nos encuentre.