Por amor, se hace de cualquier cosa
(eso tenía por cierto, hasta conocerte).
Una noche fuí oscuridad iluminada,
otro día, un sol rojo que enmudece;
todo lo hago y lo sigo por tu motivo.
Cada palabra que del alma me nace
(aunque escondida) es para amarte,
mi silencio es el cómplice de tu boca,
las tardes que suspiro, vívote lejana.
¿Cómo entender esta mezcla de tí
que me hace perder, al seguir vivo?
Oxígeno que respiro, eso es desearte
con firmeza y sin dudas un corazón
desvelado por sentirse en tus ganas,
por no aceptar el dolor de lo sufrido,
porque no sabe qué será de su amor
si expira el sentido que le dá tu alma.
John Clark