huertero

46 POEMAS + 1 .... IV Y V ....

IV…

 

Mi cuerpo ofrecido al tiempo.

Envuelto en la ternura de las luces encendidas.

Tu sombra al pasar por mí

engendra gestos con alma de guijarros.

Lanzas el grito… cae el sol.

Inerte, sin voz de protesta.

Ofrezco

mi silencio al oeste del silencio.

No protesto soy piedra.

No protesto estoy ausente del presente.

Envuelto en luz enceguecedora

relevada al último instante.

Soy la amplitud de la pregunta poblada.

Soy la respuesta secreta de la muerte viviente…

 

 

V..

 

Simplemente andar por la casa

en la lengua de otros, debajo del sol

por encima del mismo        

los ojos del rimador iluminado.

Lanza una palabra incongruente

rehén en su próximo destino.

Una palabra a cambio de tu mundo

enlazada cruz reconvertida.

Tu elegante vestido hace mi sombra.

Las ideas rasan la simpleza del

segundo vencido acuartelado.

El poeta invierte en su andar

a cambio de ser naturalmente

desmenuzado a la vista.

Ha de nacerme el final, ha de crecerme

la rabia, ha de crujirme la carne

cuando sienta la sal tocar mis ojos.

Una buena señal, estoy muriendo

he de soportarlo en el secadero.

El final es continuo acceso a

la cava del amor; nacer, crecer,

vivir el esfuerzo, la prueba es que sudamos.

Mis uñas retienen mortales,

precarios ruegos lastimeros.

Quien ha de negar que la carne

tiene su olor característico.

Voy por el atajo tratando de

recortar mi sombra …ella doblo

por la abertura del comedor.

Moverme, sufrir, tener sed es algo

que no es de mi incumbencia

Una vez más descubrí que soy poesía

un disfraz de paraíso en tránsito

que no posee cuerpo, ni rayos.

A ella le debo mis verbos