Siento tu cuerpo callado
flotando entre primaveras,
latiendo entre pensamientos y hojas secas.
Siento tu aroma mojado,
suspirando de madrugada
y, la luna en tu frente,
acariciando tu mirada.
Y cuando llega la mañana,
despiertas con una sonrisa en tu mirada.
Siento tu sentir,
sintiendo sentimientos
y, entre algodones de espuma,
yo te invento.
Siento tu mirada,
marazul y cielo,
laberintos de pasiones
de otros tiempos.
Y cuando, de nuevo, llega la mañana,
despiertas con una sonrisa en tu mirada.