Queda en mí, del tiempo vivido,
mal gusto de aquel sabor
y sombras de aquel color;
mil y una caras pasan,
en apenas un segundo,
por mis ojos volubles;
mi corazón estalla.
Mujeres a lo lejos,
bonitas como sombras;
impactan sus imágenes,
sobre mis nublados ojos.
El vientre desgarrado,
del amor imposible,
del amor lejano...
Estoy sobre una nube densa,
me ven, me sienten, me dicen;
saben de los pesares de mi ser,
una lava espesa burbujea sobre mi,
buscando el cráter donde descansar;
mi garganta, se retuerce en nudos;
el alma recibe sacudidas eléctricas,
por esas miradas de mujer;
miradas que se clavan,
en el fondo de mi alma,
como un cuchillo agudo,
algo oxidado por el tiempo.
Con mi temblorosa mano,
intento tocar las sombras
y como pájaros, se desvanecen,
al final de mi brazo…
Entonces añoro su caricia rozada;
los ojos semicerrados, velados;
oscuridad ancestral, caverna del deseo,
mirada callada, muda;
boca voraz y dura,
que quema las entrañas;
vértigo a la punta aguda,
larga lengua de serpiente;
tentadora,testaruda;
manos seguras que me levantan,
de un impulso al centro irradiante,
de la vida que llevo;
rabia expropiación;
veo besos de profunda aspiración,
mordeduras codiciosas y violentas
las cuencas de los ojos,
remachadas con múltiples bisagras;
crujen los huesos bajo la carne tensa,
brutal receptáculo, de los largos puñales;
brota la sangre empujada desde el interior,
por este vampiro, que es el amor...
J.Plou