Con sólo pensar en ti
mis deseos son obsesión
que arrasa todo de mí
y me estimula a la pasión.
Tu cuerpo es lo que busco
todas las noches con deseo
con el mismo ritmo que induzco
este furor que es mi anhelo.
Mi mirada sigue tus provocaciones
que tardan pero llegan al final
abriendo camino a las sensaciones
de una manera sutil y especial.
Te desvistes lenta, pausada
sin más deseos que ser mía
mientras mantengo fija mi mirada
esperando sentir tu cercanía.
¡Ah!… Estás más hermosa desnuda
y te aproximas deseosa con furia,
seductora que se ha quedado muda
para que su cuerpo recorra con lujuria.
Y nos entregamos tantas veces
que es difícil imaginar cuándo acabará
porque adoro cuando te estremeces
y tus gemidos me enloquecen más.
Más y más te entrego mi amor
haciéndote mía con cada penetración
convirtiendo el momento en furor
de encuentros amorosos sin redención.