CARLOS ALBERTO BADARACCO

UN SUEÑO SIN FINAL de CARLOS A. BADARACCO

 

"La muerte es increíblemente lista,

nos da toda una vida de ventaja

y aún así nos acaba ganando."

 

 

 

De repente cerré mis ojos

estaba como en otro mundo,

los recuerdos afloraban:

una blanca niña

con un faldón almidonado,

un moño en su pelo,

tan rubio y tan lacio;

un señor frente a la plaza

parado en el buzón

con una niña tan blanca,

tan sutil era la niña

que me llamaba la atención.

A la derecha del zanjón un linyera

con su bolsa abierta en la vereda

mostraba sin consuelo

su aterrada desazón;

más tarde una montaña,

“EL AVIADOR” la llamaban,

porque se estrelló

en la cumbre de aquel cerro

una avioneta roja y blanca,

con su cola casi entre tinieblas,

incrustada en una roca.

En la esquina de la plaza una iglesia

con el cura en la puerta

alentando para misa,

a unos jóvenes sinvergüenzas.

Mi madre aparecía blanca, nívea,

nevada como una diosa

de luces blancas refulgentes,

casi un ángel entre las nubes;

mi padre la acompañaba

como adorándola de cerca.

Un blanco casi neblinoso

se presentaba de repente

era como una sombra doliente

que me llenaba de estupor.

No entendía bien la razón

de aquel sueño tan presente

y al abrir los ojos nuevamente

me encontraba en mi ataud.

 

CARLOS A. BADARACCO

27/5/12

(DERECHOS RESERVADOS)

REGISTADO EN safeCREATIVE