Ven y abre
los doseles de tu alma.
Déjame ver tus sentimientos,
te doy mis ojos
para que a su través, veas cuanto te quiero.
Así como el amanecer
despedaza la noche dando lugar a día.
Así tu corazón desgarra el mío
al no escuchar mis ruegos.
Debes saber
que el incendio de mi amor,
se inició en tus ojos y sólo tu entrega
lo apagará.