Hay un compañero, que calladamente,
se abraza a tu cuerpo cuando duermes;
que te canta al oído, nanas de amores
que te dice en voz baja, suavemente...
¡duerme tranquila, no tengas temores!
Hay una sombra que por tu alma vela,
que sigue tus pasos muy calladamente
y seca tus lágrimas cuando sientes pena,
porque la vida es injusta con mucha gente.
Y si hay una lágrima que se queda oculta,
nunca, nunca lo digas, aunque lo sientas;
¡viendote la cara, quien te va a creer!
con esa sonrisa, que sueles tener.
Habrá mil caricias, que te relajarán,
y habrán noches, de no dormir,
pero también mil sueños habrán,
que te ayudarán a vivir.
Una sonrisa habrá en su momento,
como evocando un tiempo mejor;
el susurro de una brisa de viento,
que te traerá mejor sabor
Y cerrarás los ojos para sentir el aliento,
de esa ráfaga de aire puro y fresco,
que te traerá a tu vida la calma
y bendecirás ese precioso momento,
que de sombras limpió tu alma.
J.Plou