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Ese pensamiento erótico que nace de mis entrañas, añorando encontrar éxtasis en el placer de dos cuerpos consumidos como uno solo en la tentación de pecar por saciar esa interminable sed, enterrada profundamente que deriva en los enormes ríos del deleite! anhelando esos carnales y delicados labios llenos de lujuria.
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La cordura es solo una salida, a un camino lleno de pasión, la cordura nos hace perder la razón, razón que sin mas agotaría en el éxtasis de tus labios y en la lejanías de tus ojos que me miran con ardua pasión y hacen que mi corazón salga de control, el control que anhelo cada noche tener sobre tu cuerpo.
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En la noche que tus dulces ojos queden atrapados mirando mi cuerpo, cambiando su ternura por lujuria, y vuestras manos me arranquen la piel a pedazos, gritare tal bárbaro del regocijo impune de tu sensualidad quisiera que me mordieras los labios hasta hacerme mal!.
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Morderlos hasta mas no poder, hasta acabar con los míos también, morder tu alma desnuda y que poco a poco los huesos se asomen a la gloria de la vida espiritual y terrenal a el mismo tiempo soy la muerte o el ángel mas bello que quieras tener, soy tu tumba o la vida mas placentera que puedas poseer.
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Y es así que el pecado va más allá del placer
Bajo la oscuridad susurrando, jugando con esa línea tan delgada entre mundos donde la inanidad me rodea con sus brazos.
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El pecado? pecado es amarte y no tenerte, tenerte y dejar irte, e irte y que dejes de amarme, pecado es no dar a el mundo la poesía hoy escrita, las carencias de experiencias ya vividas y marchitas mi cuerpo habla solo y mi mente desposeída totalmente.
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Infamia dejar aquello que se ama, y la razón no cabe más entre los dos, cuerpos inertes en el lecho, los primeros destellos de luz avecinan la mañana, exhaustos los muros que rodean obra majestuosa que se impone sobre toda noción.
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Imponente razón que se pone ante el sentir de mi corazón, la lógica a veces invade mi mente como una serpiente a un rato de veneno, el norte de la luz pasando en el trasfondo de mi oído y susurrando la armonía que tu nombre llega a mi vida.
Y si! los hechos siempre los llevamos a poesías y el amor puede morir día tras días, yo no quiero sepultar los recuerdos, yo soy viuda de mi voluntad y bígama de mi esperanza detrás de un antifaz.
By : Neileth Martínez
Adrian Mora.