Esa persona virtual,
que ha tendido un camino
por el eter escondido
la suerte por ser casual,
se vino aposentar
en la memoria amorosa,
simple como una rosa
deshojada al hablar.
Dejando como fragancia
sus cuitas y emociones
a lectores regalones
del club de la distancia.
Sea dama o varón
cerca o en la lejanía
siempre todos los días,
responde como lección.
Sabiendo que es compañia
de otro ser normal,
que tiene como moral
responder con alegría.
Por eso al contestar,
esas respuesta a diario
te cambia el escenario
de la vida en su pensar.