La ovejita a su madre ama
y le da a ella un regalo lindo,
un suéter bellamente tejido
con hilo de su propia lana.
Quedar con el cuerpo esquilado
a la ovejita no le importa nada,
lo importante es su madre adorada,
Y por eso muy feliz, la ha obsequiado.
Que bello desprendimiento
ha demostrado ese ser tan dadivoso;
dar lo mejor, pensando en el otro,
sin miserias, y sin arrepentimientos.
Alejandro J. Díaz Valero