Ese supremo instante tan corto tan intenso
en que eclosiona el alma los sentidos se agudizan
el corazón se agita, el alma grita ¡amor!
Ese supremo instante debe ser con amor.
La sangre que recorre veloz por sus canales
hace vibrar las fibras más íntimas del ser
la piel se eriza al ritmo del torrente sanguíneo
es divino el deseo es divino el placer,
cuando se entrega con amor el ser.
Entregando caricias con amor verdadero
y besos que desde el alma partan hasta los labios.
Palabras con sentido de entrega verdadera
porque se entrega el cuerpo y el corazón también
ese supremo instante debe ser con amor.
Porque el amor diviniza, la pasión,
porque el amor ofrece amor después de la pasión.