TÚ
Gracias, por amar esta tristeza
que fluye cual torrente bravío
brotando del alma y que no cesa
anegando en penumbras éste corazón mío.
Gracias, por tu amor y tu dulzura
que riega de color y de esperanza,
llenando de sosiego y de ternura
fortaleciendo mi ya débil templanza.
Gracias, por cobijarme en tus cabellos
en la noche solitaria y muda
ausente de estrellas y destellos.
Gracias, por recoger mi alma desnuda
y guardar en tu arcon mis sueños bellos
seguros, con el candado de mi duda.
Guivel