Sabe a miel el recuerdo de tus besos
y a jazmín, tus mañanas en mi vientre...
Cuánto camino andado
y tanta ilusión
resguardada en mis silencios!
Tiempo eterno el del abrazo,
ése último,a la vera del camino...
Tus pasos hoy desandan los rincones
de mi espacio...
Simpleza de las cosas cotidianas,
la sonrisa, las miradas, el tímido roce de tus manos
descubriendo mi cintura...
Sabe a rocío matinal el candor de aquéllas,
las palabras tan ansiadas,
en el éxtasis del amor...
Cuánto sendero sigiloso
marcado por tus pasos y los míos,
y el saber que un día, partirías!
Dolor de estar, permanecer,
escondido en mis rincones...
Sabe a hiel la tristeza de tus ojos
en la mañana otoñal...
Aquélla, cuando el adiós era...
simplemente,
inevitable...
Y hoy,
eres,
miel, jazmín, rocío y hiel...
todo en uno...
Y en ésa inconmensurable complejidad,
un nombre,
sólo uno...el tuyo.