La luna en los morichales
parece un disco de plata
donde graban sus cantares
un bando de paraulatas.
Anónimo
Esta copla la aprendí de memoria en mis años de secundaria, cuando apenas era un adolescente. Su musicalidad y bello mensaje se incrustó en mi alma y allí ha quedado por casi cuatro décadas, iluminando la poesía que hay dentro de mí. Cuando supe lo que significaba Morichales y Paraulata, dicha copla cobro fuerzas dentro de mi ser, y me identifiqué aún más con ella, con una plenitud indescriptible por unos versos de cuyo poeta desconozco hasta el nombre. Si alguien conoce el autor de esta copla le agradezco mucho me lo informe para colocar su nombre y darle el merecido reconocimiento por tan bella inspiración con que por tantos años ha estado alegrado mi vida. Hoy he querido glosarla y dejar constancia de la admiración y el cariño que siento por ella.
I
La noche estaba radiante,
hermosa e iluminada;
Oh luna redondeada
que junto al cielo brillante
lucía alegre y triunfante
sus espejos nocturnales
con reflejos especiales
la cara nos alumbraba
mientras la gente miraba
la luna en los morichales.
II
Esa hermosa redondez
típica del mes de enero
va alumbrando los senderos
con bonita sencillez,
reflejando la esbeltez
de mi querida mulata;
que caminando delata,
lo bello de su cintura;
cuando la luna fulgura
parece un disco de plata.
III
Me siento muy complacido
mientras yo persigo la huella
de esa lunita tan bella
que de repente ha venido
y brillar ha decidido
desde los altos palmares
mientras las aves en pares
van trinando melodías...
¿Quién adivinar podría?
donde graban sus cantares.
IV
Las aves siguen su canto
en la noche iluminada
mientras la noche callada
va alejando los quebrantos.
Y allá en el cielo entretanto,
de una manera muy grata,
la luna sale y retrata
de modo muy comedido
la palma donde hizo nido
un bando de paraulatas.
Alejandro J. Díaz Valero