Te encuentro
entre la luz incandescente de un suspiro
y te amo.
Te hallo como entre un haz de tinieblas
que se desliza por un mar de esperanzas.
Te siento como si fueras mi aliento
suspirando en mi mismo te siento;
como un volcán avivas mi esencia
entre mis entrañas tu presencia me aclama.
Te siento,
te bebo,
te huelo,
absorbo tenaz tu frescura.
Ardes en mí,
en mi alma
me arrinconas en el fulgor de mis centros ,
te refugias e intentas quemarme
poco a poco como un volcán que erupciona.
El candor de tus mieles se mete
inmovilizando mis sentidos, mi mente,
con un haz de locuras te enciendes.
y entras nuevamente en mis sienes;
allí ni siquiera te frenas
intentas aun invadirme,
mi mente se levanta en un fuego
de lujuria y encantos procaces.
Una ardiente pasión envolvente
me lleva a entregar mi delirio.
CARLOS A. BADARACCO
31/5/12
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