Fui de estación en estación
Recogiendo tus frutos
Ansiando tus pechos, como el silo al surco
Nuestros cuerpos injertados en otoño,
Cruzados cuales nubes por rayos de sol.
Inmerso en ti, y tu, inmersa en el infinito
Solos, mirándonos de frente, te digo
Creo en tus palabras no dichas
Antes que dichas y dilapidadas
Si sientes lo que yo siento
Intenta decirlo
Esparciendo tus palabras al viento
Me encontrarás
Pon un sueño en mis ojos
Ríe tranquila y dispuesta
En plenitud y sosiego
En medio de la noche
Salgo a buscarte
Tus cabellos de negra cascada,
Orillas de horizonte y cielo,
Yacen en tu gracia y tu dulzura
Cómo puedo alcanzarte
Omnipresente
Nodriza generosa
Tu alma de niña
Impregna rincones
Gentil…
Orgullosa