Si trazara un sinfín de letras simples,
que se guarden mi bandera en las palabras,
que recorran mis vivencias día y noche,
redactando mi historia con metáforas,
¿Sería acaso la flor cubierta de fragancias,
que endulza tu olfato y te cubre de color?
Si mis versos entibiaran mis dones,
y cubiertos de belleza, agonizaran de placer...
si deidades de mil mitos, contemplaran tu belleza
y a mi lado la nobleza con que amparo tu canción,
cederían a la entrega, de tus ojos con los míos,
censurados por el mundo, que no canta al corazón.