Permítanme contarles esta narrativa,
Que es parte de mi inspiración,
Se trata de una linda vecina,
Que un día el tiempo la olvidó.
Tengo una fuerte depresión,
Reflejando pena en mí existir,
Por la más guapa del barrio,
La que un día tuvo mi atención.
Atrayéndola el blanquiñoso un día,
Sutilmente se infiltró a su vida,
Acostumbrado él a seducir,
Era un hombre de mal vivir.
Así fue causal de un brutal engaño,
Por el rufián que un día la ilusionó,
Atraída por su mal habido dinero,
Su meta era el lujo como ambición.
Cabizbaja anda por la calle,
Arrastrando cadenas de dolor,
Enfermiza, triste, vacía y magullada;
Cargando la cruz de su error.
Pobre mujer enamorada,
Ya tuviste tu lección,
Ahora cargas en el brazo,
El hijo de la decepción.
(victolman)