de mi mano nació un poema
y la gente lo ha de leer...
es su aroma mi hoguera, mi fuente de dicha y placer
más aún cuando la herida, se planta en mi sirena
con un beso de mediodía le sujeto su tristeza
¡amada mia!, canto de ave
desgarrame pecho a pecho
sacudeme piel con piel
alzemonos en un vuelo
perdámonos hasta arder
si la brisa es coqueta, emanará pasión
y su exquisito oleaje me vestirá de aire
me asentará un nuevo lenguaje
para comer después tus trajes
a mediodía, también tus carnes...
soy yo la poesía que tu me has de inspirar
heme aquí, narrandotela todavía
casi sin un fin, dentro de mis tonterias
a punto de morir a prisa
sin pausas y sin mediodías...