De los besos del tiempo,
compondré esta sonata a la luz del
mirar de la blanca luna.
Seguiré los pasos del agua,
callendo sin rumbo por
las oscuras playas de cadiz
sentire areder el pecho del suelo,
sosteniendo me como un mero
espectador de la fina arena que en el abunda
Mirare al cielo sin nubes y de mis ojos
marrones veré el cielo, adornado
por sus biejas estrellas haciendo volar mis ojos
Mi mirar se perderá solemne en la
brisa, volvere con orgullo mi cara
hacia ese cadiz profundo que el sueño guarda en su ser