Debo confesarte
amor…
que no te conozco
y tengo miedo de ti;
me han contado… tantas cosas
que perturban mi interior;
aunque aun no te conozca,
-perdona que te escriba-,
pero es que…
simplemente no te conoceré.
Me han dicho,
que con tu sabiduría y sensibilidad
vas cambiando lo que tocas
lo que era feo,
en bello lo transformas;
lo que era osco,
en alegre lo conviertes;
lo que era hostil,
benévolo lo vuelves;
que el amor,
es una mezcla de amargo y dulce
y que con
complacencia y alegría
se beben la porción,
que eres experto
¡de desnudar el alma!
¡de exponer al corazón!
Tengo miedo…de conocerte;
miedo…de que llegues a mi vida
y de mi vida
pierda el señorío
¡que la hagas a tu modo!,
para luego…
de mí huir.
Se dice
que si la vida es muy injusta
tu eres más injusto y causas mucho dolor;
¡tengo miedo!
que el umbral
de mi ala traspases
¿qué haría…si un día te fueras?,
¿qué haría con mi corazón
y mi alma expuestos?
¡Oh amor!
eso me han dicho,
que
así como llegas
te vas,
si importarte
lo que a tu paso dejas;
por eso amor,
aunque te quiero,
aunque te sueño
-y mira que te anhelo-
¡no quiero conocerte!
prefiero…
mejor imaginarte
a ser eslava
de eso que dicen
que es el amor.
NM de la Rosa