Amanecía un poco pasadas las siete de la mañana, por fin retira la sábana, con la que me había cubierto toda la tormentosa noche; dice que puedo atraer los rayos.
Ella está ahí mirando su ropero, trata de escoger el vestido que se pondrá. Seguramente será verde, su color favorito.
Se sienta unos instantes al borde de la cama; también mira la pequeña colección de sandalias que tiene; se las han enviado poco a poco su hijo y su nuera desde el extranjero. Le encantan las sandalias…
Al fin se decide a disfrutar de una agradable ducha; pero OH! cuidado hay que ahorrar el agua, pues está bastante escaso su abastecimiento, no se puede desperdiciar…
Ahora los toques finales: un poco de sombra de ojos y carmín para los labios…perfecto.
Pero… no entiendo ¿dónde va tan tempranito y tan elegante?
Camina sonriente y se sienta al lado del teléfono; a los pocos minutos, suena el intermitente timbre de una llamada de larga distancia. Sus manos ansiosas descuelgan el auricular.
Al otro lado se escucha una amorosa voz: ¡Feliz cumpleaños mamá!
Ella sonríe al recibir el mejor regalo del día.