Iba llorando por las calles sin darme cuenta.
Lo supe, porque me noté la cara mojada, y no dejaba de parpadear.
Llovían lágrimas sobre mi ropa de ilusión, goteando cristales heridos.
El mayor llanto de la desesperación, ese que camina desconsuelo.
Completamente perdido, por los edificios de la soledad.
Ahogada la voz de la esperanza, en el silencio de la pena.
Arrastrada por la marea de la multitud..
..que me llevaba hacia dentro de la movediza confusión.
Y sin embargo no conseguía oir nada de compañía.
Lo intenté lo intenté elevarme..
..sujetarme al auxilio de la bonito..
..sosteniéndome en las conversaciones del rescate..
..a salvamento de humanidad.
..pero era como un papel sin impulso de ánimos..
..sólo me dejé naufragar abandono..
..llevándome rendición hasta el fondo de la deriva.
De repente se ha levantado un aire tan frío.
Que ha empezado a temblarme el corazón.
A pesar de tener la frente del sentimiento..
..ardiendo de nostalgia.
Y todas las aceras al bailar sobre mi mirada..
..me parecen iguales en su danza de pérdida.
Justo antes de arrojarme sobre el suelo del olvido..
.. al desequilibrio del dolor..
..cayendo al aire…
..antes de emprender el vuelo de la marcha infinita.