Siento que mis huesos se quiebran si me muevo
El vaho me penetra los pulmones.
Mis dedos son como raíces, y voz
corre túneles de ecos.
La luz se apaga y una lágrima se queda
rondando por mi cara
para darle de beber a mis labios resecos.
¿Quién me llama? No respondo
y la súplica se pierde en la distancia
(Alguna soledad dejo a mi espalda)
Cuando sane la herida se escribirá otro cuento
Ya no dolerá tanto la partida
Todo habrá corrido en el ciclo de la vida y del tiempo
Había una vez...