Se amansa el viento,
y la espuma de las olas
se sumergen en su mar.
Todo es quietud,
sobrevenida impotencia
por tu amarga soledad.
Yo quisiera ser el viento
que rugiera impetuoso,
que levantara la espuma
para hacerte un arco iris,
y llevarte de la mano
por senderos de azahares,
sintiéndote acompañada
al compartir tus pesares.