Una persona desconocida
que dejó cariño y mucho amor,
que apagó pronto su corta vida
y que se fue con gran dolor.
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Sus padres, descorazonados;
sus amigos y sus hermanos;
fueron sus seres más amados
los que sufren como humanos.
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Ella no está. Ya ella se fue.
¿Con qué derecho se la llevaron?
Tan niña... tan joven...mas... ¿por qué?
¡están tristes los que la amaron...!
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Pero a ella yo hoy la conocí
a través de un dolor ajeno
que observé y mucho sentí;
por la tristeza es que me apeno...
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A sus padres, Telma y Grillo,
que en su congoja y desconsuelo
tienen la estrella con más brillo
en la inmensidad del cielo.
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Que nada, creo, es por azar.
Y que ella, creo, está en los cielos;
se fue a buscar mejor lugar
para ella, su alma y sus anhelos.
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Y si el Jefe de Todo espera,
no existe azar, solo camino;
si Él decidió de esta manera,
será ese su mejor Destino.
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Amor, consuelo y esperanza,
fe y fortaleza, son en verso,
mientras tanto, Mati, ella danza,
en el infinito Universo.
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¡Padres, enriquezcan el alma!
Luces y sombras siempre están,
pero ella les dará la calma
que, alegremente, merecerán..
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Solo hay un camino a recorrer...
El Tiempo seguirá marchando.
Si están unidos, tendrán poder
de bien estarla recordando.
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Nada se pierde. Se transforma,
porque es la ley universal.
¿Diosa será? ¿Será su forma?
Por sobre el Bien y sobre el Mal.
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¡Ahí está! ¡En todo el gran espacio!
¡Es toda Luz! ¡Toda brillante!
Recen mucho, recen despacio,
que ella escucha y ella parlante...
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...que les dice...
\"Padres queridos, padres amados.
Y también a ustedes, mis hermanos.
¡Los quiero tanto!, los he ganado...
Los quiero libres, los quiero sanos\"
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\" Yo estoy aquí, participando;
valió la pena lo sufrido.
Yo estoy viviendo, no he partido,
y en el cielo a ustedes, esperando.
***
Eduardo Faucheux