Un beso de odio a mi ser…
sentir que la dicha es liviana,
que la existencia sucumbe
ante la nada.
Y ese aire que respiro
se entrecorta en mi ser;
llanto seco de lagrimas
en mi alma plena de arrogancia.
En un tableado lleno de luces
luce el tinglado de la escena,
corren trémulos los diálogos,
de las actrices y actores
en un drama que llamamos vida,
el acto termina con un oscuro
con la muerte como cobija.