Karel Calixtro
POEMA Y HAIKU.
Condena el salvaje a fallecer a la mujer lapidada y a la palabra empalada del poeta al amanecer. Pidele al poeta lo que sea que deje de vivir pero nunca de escribir porque es lo que su alma desea. Es llama viva de su ser la que si no puede satisfacer el se ara el harakiri en un triste anocheser. Las manos de un escritor cuando es libre
son alas de paloma.