Alejandro Alberti Wolfart

Desenfrenada mano que tengo

Desenfrenada mano que tengo,

no se detiene en ningún momento,

en el cual hoy pienso en mi madre,

y la mente se me dispara, cual bala viaja en el tiempo.

 

Si me diste la vida, te lo agradezco,

si me diste cuidados, te digo gracias.

 

No se porque, pero tú voz es un presagio,

el cual me dice antes, a tiempo y después de mis caídas.

 

Sabe, conozco una persona,

que me toma el brazo cuando me caigo,

esa eres tú, de tanto levantarme e perdido la cuenta,

ahora solo veo tu mano, tomando la mía, me ayudas en todo momento.

 

Solo Dios sabe el cariño dentro de mi corazón

que tengo para ti y se, que Dios te lo sopla al oído.

 

Te quiero madre, si en Egipto adoraban dioses, yo te adoro a ti, mujer de la esperanza.

 

Que con tus manos de alfarera, nos forma y nos dan toda satisfacción, podemos comer, y vernos ordenados, y mi arte del desorden, lo cambias en unas verdaderas pinturas de Dali.

Solo hoy y mañana te lo digo; por que hoy es tú día y te lo diré mañana porque el mañana nunca llega, entonces tendré que decírtelo todo los días, te quiero mamá.