XVI
Escucho su temblor.
Resucito por segundos.
El mimo sitio,
el mismo calor.
Quizás fue el amor.
Quizás fue al amor.
El fuego cíclico
puso a sedar mis partes
El fuego…
Quizás fue el amor.
Quizá fue el amor.
Escucho los sonidos del tamiz,
mis contracciones mientras
el viento desfila esquivándome.
Caí al piso ante la luminosidad.
Ella guarda mis recetas
en el respaldar de
las rocas en alta mar.