A una desconocida...
Quisiera arrancarle la medida al tiempo
-una partícula de vida, existente-
y dar vida a la muerte -A mis palabras-
"Y hacer que cerillas
le den luz a la luz
levantando la vela
que cruza
ausente
parajes
heridos de oscuridad"
-Como en mi sangre, las venas-
Y mis dedos doblados
a maniatados en el dolor...,
(Me gustaría arrancar al cielo las alas)
y en él volar más allá de la realidad
dejando las alas caer,
como fielmente caen pétalos
en lágrimas de invierno-
cuando más caigo, mi voz y mis dedos,
trazando muecas partidas
en cielos partidos (Escarlatas)
-como si estuvieran doliendo-
(¡Como duele mi alma!)
"La sangre cubre ojos
fecundados en cenizas
desde el sol agonizando,
los astros pariendo soledad"
...La voz mutilada en ecos
tras sonidos recortando la garganta
cual miseria derramarse en la sangre
y verter el cielo escarlata
en venas disecadas del pecho
invertebrado, -inusual músculo-
retoca la mueca de la cara
para expresar el sigilo de la muerte
reteniendo las lágrimas ¡MIS LÁGRIMAS!
Sí, ya el cuerpo inmóvil
-sin expresión vital-
deja remover el aire
entre el polvo ácido
y la hiel sangrante del oxigeno
cual seguimiento del amor
es conquistar a la muerte y luego a la vida
para perecer mirando las aves cortar al cielo
cayendo lágrimas en párpados ajenos
en el otoño y luego en el invierno; luego en tu boca,
luego en mis labios,
como el beso; el beso causal-casual,
que mitigamos al conocer la luz vorágine
parpadeando en nuestros corazones
sí, tal desconocida fue conocerte
tal desconocido fue reconocerte
y entre palabra y saliva
decidí perecer en tu sonrisa
y entre tus versos y tinta
has decidido encontrar la vida
de la mueca dinámica
que se mueve con el desorden del universo
habitante de mis poemas, y mis dedos
cual llaga de mi pecho, es olvidarte y amarte de nuevo...
Conocerte y reconocerte, amarte; soñarte tantas veces
olvidando- borrando los pensamientos
-que sólo ocupan espacio de ti-
para así estar en la soledad de mi,
mirando el rostro anochecido,
y tú mirando el amanecer
del espacio vacío
de un espectro quitándole tiempo al tiempo...,
y de una vida quitando muerte a la muerte...
Y la muerte quitando los dos ejes del sentimiento
cuando el cielo está en vuelo, y el mar sé está cayendo...
Ya no recuerdo mi nombre, no vale la pena recordarlo...
Hoy, la fecha del tiempo es cuando he perdido la vida...
La ciudad del poema es a un poeta pereciendo... Ciudad gris...
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