…y miro que estoy solo
adormilado
con mi yerto pensamiento
-entre los vitrales penetra la luz
en este cuarto oscuro-
No hay soledad
es sólo que estoy recordando
como tu cuerpo se acurruca al mío
se involucra en mis brazos
y tu boca en mis labios.
Esta cama vacía
esta cobija que apenas me cubre
no me abrasa como tu cuerpo
¡qué frío hay esta mañana!
Ni la almohada
acomoda mi cabeza
como tu brazo
cuando se posa en ella
…es tu cuerpo
el que sabe sentir
desde la punta de tu cabello
hasta el vértice de tu mirada.
Es tu cuerpo quien sabe de mí
quien descubrió mis ansias
y se come a cucharadas
mi deseo…,
hay silencio entonces
cuando estamos juntos
en aquél sitio
donde nos conocemos
(porque únicamente
los objetos
que huelen a silencio
desde la cama
el buró
los espejos y el cenicero de vidrio
saben de tu cuerpo y de mi cuerpo
sólo los objetos nos pueden delatar)
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente”