Estás ahí, Av. De Mayo,
gris, sin fin, rodeada
de palomas, caminando
curiosa, entre raíces,
de italianos y españoles,
vendedores de peines y
peinetas.
Tus calles guardan brisas,
de tibias tardecitas en el
Tortoni, Baldomero,
poesía y tango, pañuelos
blancos, y pieles heridas.
Ya no eres la misma, estás
envejecida, y desteñida.
Por bombos y piquetes,
revolución, rebeldía,
libertad, pancartas que
llevan ilusión, pelean
la injusticia y el amor.
Verdades ocultas y
disfrazadas.
Recorrido cotidiano.
Viva el trabajo, ejemplo
de mis padres, entusiasta
dignidad, no callo, estoy
viva, sigo luchando esa es
Buenos Aires, mi ciudad!!