Ayer he recordado un viejo amor,
uno de aquellos que pasaron muy de frío,
uno de esos amores cuya flor,
se murió pronto al llegar el estío.
Ay! de aquellos amores que pasaron,
y abrigaron de ilusiones mi juventud,
hay buenos amores que quedaron,
condenado estoy a vivir en esclavitud.
Pasaron en mí amores buenos y perversos,
y a todos ellos les di un poco de amor,
pero a los buenos, ¡ay! , a ellos son mis versos
porque los otros me llenaron de dolor.
No lo niego que a todas las he querido,
porque de ellos aprendí una lección,
amar de verdad es duro y sufrido,
pero quien no ha sufrido, no tiene corazón.
Amores de ayer, locos amores,
amores sencillos que ya no volverán
de todos ellos los guardo sus sabores
de sus labios ardientes en mí ellos quedaran.
Pero de que amor me habré olvidado,
de algún amor perverso que hirió mi corazón,
no le guardo rencor por que también fue amado
aunque ellos quisieron matar mi ilusión.
Hoy por ellos he rogado, por los buenos y olvidados
por los sabios, por los fieles que hicieron mil favores,
es por ellos que mis versos están dados,
para el más tierno y dulce de mis amores.