De qué temes, por qué te pierdes en el silencio,
suspiras por mis caricias, tu amor en mí está inerte,
escucho tus lamentos, querellas de tu pasado,
fugaces son tus besos, inestables tus ternuras.
Piérdete de mí, no me busques en el tiempo,
se fueron todas las quimeras desde que te fuiste,
ya no quedan de tu recuerdo, ni un beso triste,
renunciaron de tu cariño porque me mentiste.
Piérdete de mí, yazgo en la rosa de tu pasado,
sembrada en la arena gris de tu desprecio, soy
la que quedó de tus besos negros alguna ceniza
como hálito del viento, anegados en el olvido.
De qué temes, tus ojos espiaron los sonidos
de mi corazón y sus desvelos. Tú eres para mí
la cadena de las noches que nunca desaparece
dejando sobre mis olas la saeta que enmudece.
Celia Benfer- Obra Registrada.