Me descubrí pensando en ti:
Con titubeante sonrisa y un suspiro espontaneo
Supe que algo disímil comenzaba en mí.
Y tu recuerdo, cual brisa de los páramos
Que acaricia mi rostro y no la logro ver.
Me descubrí con lágrimas en mi rostro
Y entendí que tu indiferencia me producía quebranto
Supe, entonces, que conmovías gran parte de mis emociones.
Y cuando creí que ya no te tenía,
El daño se intensificó, y lloré más.
En mi vida, pocas veces viví tal dolor,
Ya no era tu decisión, ni tampoco la mía.
Ahora existía una fuerza superior
Que me arrancaba mi amor, como quien es mutilado
Como quien no tiene fuerzas ni para soportar angustia.
Entonces cuando volviste, amé ese primer abrazo del reencuentro
Supe que tu amor por mí había aumentado.
Y en esos minutos cuando sentí tú pecho tan cerca de mí
Aprecié más tu compañía, la disfruté segundo a segundo
Sin desaprovechar ningún instante.
Como a quien le resucitan su difunto, así fue mi alegría.
Ya no pensaba en el futuro
Ya no pensaba en mis planes
Ahora quería disfrutar del presente
Cuando solo existíamos tú y yo
Ahora no era la rima, ni el son
Ahora éramos el contenido
Ahora éramos tú y yo.
Wendy Márquez