Imagen frágil
se proyecta al exterior,
pero toda la energía,
se concentra en mi interior.
La impotencia huele a derrota,
cuando la dejadez descansa
sobre las serranías del amor.
Frente al horizonte de la derrota,
se puede caer en el abismo
y una voz en mi interior,
tiembla como un cismo.
En mi horizonte contemplo desafíos,
pensando en el amor imposible,
evitando la derrota y los pensamientos negativos.
La vida no es una caja de fantasía,
ni una mezcla de poesía con ironía,
es el escenario de lucha entre la tristeza
y la felicidad.
Frente al horizonte de la derrota,
flamean las banderas del mal y del bien,
dejando en el aire ,
espíritus de combate que flotan.