Un río de aguas diáfanas y lúcidas que son momentos
de inspiración en el remanso del íntimo pensamiento.
Marché rumbo al río
de glaucos cristales,
árboles frutales
y blancas cascadas.
Marché rumbo al río
donde el agua mansa
me lavó la cara
y roció mi boca.
Vi por el camino
cómo se arrebolan
y abren las corolas
cual de dama el beso.
Fui buscando abrigo
para mi mal yerro,
o un musical verso
para mi poema.