A Tomassa...
Ni la constancia de madejar cabellos
en la amistad del gato
representando las razones del presente
cual decisión es ajustar un gesto prudente
en la necesidad de arropar un juguete
mintiendo a la vida; y luego a la muerte...
Sí, mira con nostalgia perder las nubes
sobre la aspereza del viento
cual unánime necesidad de vivir,
y cual innecesaria forma de morir
sí los cabellos yacen injertos
en la bóveda de la libertad
cual razón es arropar la cabeza
de lanilla resuelta en raíces
multadas en la flora de la calma
y no hay cama para rutilante felino
cual desatino; es desarmar miradas
y sonrisas; cual lubricación del sudor,
cuando se corretea el polvo de entre la piel,
en la necesidad de ver perder las canas
cual pretexto para sentir el equilibrio del sol
en las ventanillas quebradas -del silencio-
cual mirador sostiene al mundo entre sus garras
y las manos clavadas al celo espontáneo del mundo
cuando más se estira; y más se expande su cuerpo
en el juego de su amigo; enredándose en la existencia
sabiéndose eterna, escuálida de forma, en secreto,
sabiéndose siempre, llena de algo más que sentimientos
cuando entre sus manos tiene al mundo con cabellos
y lianas de selvas más allá de los sueños...
Cual inocente
es llevarse la vida,
y luego el futuro
en una caja de cristal,
dejar el aliento
del vapor
la necesidad
de existir
de la tibieza del calor;
templar las manos gélidas
cuando más
se ama;
más se juega
más se libera polvo
de pulmones llenos
de cenizas
en la necesidad
de dar cuerda
al cristal de los ojos...
(Cuando más brota la sal; la muñeca de cristal;
con sus pequeños pies; titilando el vinilo del pecho;
cual recuerdo es inmolar la amistad borrada de la vida
en el sueño; despertar; mirándola crecer; amar;
dibujando el gesto inserto en la mirada inocente
de un gato jugar con la madeja del presente;
cual ayer es inmolado; cual futuro es olvidado
y cual mirada es ahogada del renacer; del polvo)
...
(Creo que esto no sé lee; no está dentro del poema)
Ella suele siempre jugar, siempre salta, siempre ríe,
siempre sé está con vida. Ella siempre suele jugar con el mundo
en la soledad de verme; siempre suele jugar con la sal del tiempo
en el cristal de la realidad, siempre suele jugar con espejos
suele siempre reír cuando no halló su sonrisa... Encrespa el cielo
y encrespa el silencio, cuando no halló sonido para devolver el aliento.
...